Largas noches de jazz,
whisky y nostalgia.
Noches azules,
tristes,
como los ojos de Prometeo.
Tan solo veo la luz de estrellas antiguas,
como tu imagen lejana.
Esto es un vals distante,
mis manos con tu luz,
tu mirada fija en mi fotografía,
labios que besan al aire,
el mismo cielo para dos demonios lejanos.
Noches sin luna
donde no se donde empieza la herida
y empiezo yo.
Noches sin tigres
que devoran a sus musas
con pasión animal.
El amargo sonido del saxofón
devorándome,
lenta brisa que me envenena
con el recuerdo de tu último beso.
Como decirte que sería Ícaro
buscando el sol de tu pelo,
como abrirte mi pecho
y enseñarte mis cicatrices y
pedirte que seas mi suero.
Soy Ulises queriendo regresar a Ítaca,
al corazón de Pénelope,
a tu templo perfecto
donde se unen mis versos
y mis besos en tu piel.
Largas noches de jazz,
whisky y nostalgia.
Largas noches solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario