viernes, 26 de julio de 2019

sweet dreams are made of this

Cenizas de un fuego fatuo
nacido de la triste jara
demasiado bella,
demasiado débil
para encenderse
por encima de las codiciosas luciérnagas;
fuimos a verte al cementerio
y fue como ver un cuadro apuñalado.

La lápida no tiene nombre
salvo el inscrito por la herrumbre
atenta, caritativa;
nadie nos acompaña en este páramo
donde en silencio despedimos
a un ataúd vacío

Adepto del viento tu cuerpo
no te sobrevivió, consumido
por ti mismo, plegado
hacia tus infinitos adentros
donde finalmente te hundiste.

Nadie te merecía,
yo tampoco.

Derramo mis lágrimas de orfebre
sobre este hermoso fracaso.

domingo, 21 de julio de 2019

estrella

Observa la resuelta trayectoria
que recorre esa solitaria estrella
entre negrura y negrura;
allí no llega voz ninguna,
ni siquiera la suya
-Eco, no tiendas tus brazos
a quien no puede verte-

La lentitud
corona sus pasos,
danza perpetua
que ignora la veleidad de los cometas;
quiere llegar más lejos;
aunque la oscuridad se cierna
como una mandíbula ciega
y el ser tiemble y se pierda

¿Un término medio,
una tercera vía
entre el ostracismo absoluto
y la disolución, por supervivencia,
entre las demás estrellas?

Es tan vasto el espacio
que toda pregunta
recibe la misma respuesta.

sábado, 20 de julio de 2019

más allá del arcén

Será la tristeza una lluvia silenciosa sobre cuerpos arrojados de la carretera que ya no pueden dormir. Crujen los helechos agostados a sus pasos inertes mientras las cigarras cantan, bajo las hojas amigas, monótonas melodías, repiques de campanas del campo; Se ha roto la infinita profundidad del silencio y el arrojado está confuso: no está solo, no, pero sigue vivo todavía, la ilusión de descanso eterno ha desaparecido y las gotas de agua recorren su piel, se agrupan, se condensan, cada vez más pesadas, cada vez más pesadas. Cruel alquimia la del corazón que decidió transformar el agua en plomo porque pensó que jamás volvería a bailar alrededor de una hoguera: ahora sus pies pesan tanto que no podría bailar aunque se la encontrase. Las cigarras repiten su monotonía sin objeto, su canción profana a nada dirigido, por nada motivado y para ellas eso está bien – sus notas son escurridizas; no conocen las puertas y por eso siempre son bienvenidas en todos los seres, a los que hace más livianos. Tardan las canciones en nacer -nada bello nació sin crisálida- y en arrojar luz sobre las heridas pasadas. Sin embargo el arrojado ya no oye nada, ya no ve nada; una aguja atraviesa sus venas como cisne que se adentra en la corriente; ha derretido el Tiempo en una cuchara; el sopor tan deseado viene de la mano de su hermano mayor. Sobre su cadáver lloran las luciérnagas.

jueves, 4 de julio de 2019

white noise

Ruido blanco
el ser humano.

Nunca el silencio
paseando
por este huerto
abandonado
donde las frutas gritan al nacer
y contemplar el horizonte,
inmenso cadáver.

Ruido blanco
todo movimiento,
todo cambio.

Los ojos fundidos de sombra,
ruina de faros insomnes
que miran las fauces del mar;
la boca negra, la lengua hinchada
y la saliva arena
de un doliente desierto
-sus gemidos tampoco me dejan dormir-

Ruido blanco
bajo mis párpados
colgando, nunca derrumbados
esperando el latido de luz
de las vidrieras
que digan “Sueña”
y le envuelvan
en su comprensivo manto...

Pero mientras tanto
ruido blanco.

viernes, 21 de junio de 2019

paciencia

Nadie me enseñó lo que era la paciencia.
Acaso desesperando, amortajado
por mis propios pensamientos,
preso de la asfixia, pude ver
lo que significaba
el sereno trazo del caracol
en el inmenso camino;
sin vibración
ni angustia;
premeditado silencio
desplegando la arquitectura de sus alas,
al ojo ignorante solitario arrastre.

Paciencia. Paciencia.

Vengo desde muy lejos
en busca de algo que no recuerdo,
nunca me detengo por miedo
a descubrir que mis pasos son huecos,
volátiles veleros
huyendo de su sombra
persiguiendo perfectos
espejismos.

Mis pies ensangrentados, mas
no peregrino, sino desertor del desierto:
asceta fallido llorando
bajo la luz de las palmeras,
escuchando del pecho
el tambor vacío:
paciencia.

Solo el camino trae respuestas.
Sean las piedras donde una vez me hundí
lecho, sepultura,
gloria, arma, lección, amor,
o solo piedras,
mas sean.

Que yo nací rescoldo
entre llamas virulentas
y seré Prometeo a la llegada
de las tinieblas,
cuando todas se hayan agotado
menos yo, flor de invierno
nacida de la espera.


miércoles, 19 de junio de 2019

LUST SIGHT

Pantera:
la noche ha caído
casi sin darse cuenta
atropellada por la corriente
que todo enciende,
que todo apaga;
y tus ojos han visto
la muerte detrás
de la luna y su aullido de neón.

La destrucción (es) de la belleza.

Pantera,
tus pupilas son espadas
sedientas, rezumando estrellas
negras sobre la carne húmeda,
pagana, que a tu culto a la nada
como iluminación adora,
estallido, brote.

La saliva y su torrentera,
los colmillos sin salida
el ambiguo crimen de tus ojos
mezcla de vino e ira,
venid a mí.

Pantera:
ven a esta selva
a escribir con tus garras
los sagrados nombres de la violencia
y que así quede testimonio
de este piadoso crimen
-mis dedos en tu boca
calmando la sed, tus trenzas
en mis manos: puentes;
solo en el tuétano
sabremos quienes somos-

antes de que la corriente nos encuentre.

sábado, 15 de junio de 2019

El sueño

EL SUEÑO

I

......................................
y caímos
entre estas hermosas sombras
a negar el reinado del tiempo,
pues el reloj jamás comprenderá
el latido sordo,
nuestros ebrios caminos
a ninguna parte,
el amor que nuestra copa
colma
ni siquiera antiguo.

II

Fragmentos póstumos de rosas
son oasis en los terribles desiertos
de la realidad.

El poeta peregrina a su tumba;
enamorado de la muerte
escribe un epitafio en la lápida
con su quebrada respiración
para que los perdidos encuentren
su voz, altar en ruinas,
alegre flor del sueño.

III

Ven,
sacude tu cabello
sobre esta tierra asolada por el miedo;
devore tu noche a mi noche.

IV

Algún día pondré mis labios
sobre la cumbre de tus pechos
pálidos como coronas invictas,
puentes entre la tierra y el cielo.

Seré curioso niño, acariciando
tu ser, donde todo es nuevo;
Venga a mi lengua el jaguar
nacido de este silencio
en llamas, rojo cenit
donde morimos a un tiempo

Pero el tiempo siempre gana:
algún día todo será un recuerdo.

V

Ya no alcanzo a ver la diferencia
entre tú y tus bestias:
minotauro sin rostro
arañado las paredes del laberinto
que una vez -lo juro-
fue tu cuerpo

VI

Adonde van los sueños
que decidieron cerrar los ojos
antes de cobrar vida:

de donde vinieron
tan alegres
con la esperanza entre sus dedos

¿Por qué no me llevaron con ellos?
¿A qué esta ausencia
hecha de mí mismo?
¿Por qué el canto,
lágrima del aire,
brota a vuestra huida?

Llevo vuestra marca
cual tigre rayado de luz
vagando por las selvas del alma;
y miento si digo
que yo no huyo
como vosotros,
si digo
que sé adonde voy
que no sea a ese blanco mar,
olvido del olvido,
en cuya playa os espero
aterido,
solo.

lunes, 10 de junio de 2019

THE ANIMAL SIGHT

(Porque las tragedias no solo la viven los humanos, eh aristoteles?)

Sea inocencia iluminada,
llama primitiva que desciende
de vuestros ojos a
vuestros dientes y a vuestras garras
o simple interrogación (que vosotros,
de momento creemos los humanos
que no sabéis que sabéis) vuestros ojos
no me ocultan nada.

Círculos perfectos,
ágoras,
a vosotros os hablo.

Nada hay detrás,
ni siquiera
ausencia:
tan solo líquido zafiro
rebosante y desnudo
tan cotizado por narcisistas,
psicópatas
y otros seres (si así
nos atrevemos a denominarlos)
sedientos de luz.

Si el ser humano
destruye lo que ama,
¿que hará con vosotros,
hijos de la tierra caídos
en su telaraña? ¿Será
comprensivo con el prójimo
más indefenso de todos:
el sin voz?

(mas no saben
que no es la voz
lo que nos da voz
sino el grito)

Acaso vuestros fríos luceros
perdonen nuestra negrura
si escuchan, atentos,
el latir perpetuo
de nuestra cicatriz
compartida; unos
condenados a ser Abel,
otros Caín.

viernes, 7 de junio de 2019

LOVE SIGHT

No sabes
todo lo que guardo
detrás de mis ojos.

No sabes
las palabras, cenizas
de un ángel caído
que guardo en un cofre
cuya cerradura tiene
la forma de tus labios,
que tristes penden
del hilo de mi saliva,
impotentes suicidas
rozando el filo de tu piel.

No sabes la hondura
de este silencio calculado
que se clava en mi ser
cuando se cruzan nuestra miradas
y no soy hiedra sedienta
a tus brazos esclavo
por una gota de tu miel.

Las noches son lobos
vagabundos que preguntan por ti,
y ni mis ojos ni los tuyos
tienen respuestas.

Y este vidrio inmaculado, vastas
pupilas que guardan mil muertes,
arma rendida por pasión
que se adueña de mi tuétano
y se inmolaría (si pudiese),
se disolverá en el río
como nómadas que son:
híbridos del momento
y la eternidad

Que vas a saber
en tu gracia de ciego huracán.

Que vas a saber
si mi voz es solo
esta mirada
partida en cuatro lunas.



jueves, 6 de junio de 2019

JOY SIGHT

¿Quién es la que hace tanto ruido?
¿Eres tú?
¿A qué esas transparentes lanzas,
las puntas en flor,
atravesando sin piedad
la entrada de mi cripta?
Por sus agujeros se derrama
la inmarcesible luz de tus ventanas
y no me deja respirar.
¿Esta hondura
hija del bronce
es tuya también?

Me pillas desprevenido;
Yo, que estaba
vestido de desesperación
tejiendo mis gritos
para hacer un humilde lazo
que vaya a juego con mi cuello,
lo que se dice
echando la tarde;
vienes y me tiñes de claridad
mis cirios a la nada encendidos
y me quieres arrastrar fuera,
a ese bosque de erizos
con la rugiente espuma de tu mirar.

¿Te parecerá bonito, no?

No te rías, por favor,
que como me empape
romperé para siempre
mi voto a la tristeza.

Y
encima,
quieres pasar
a colmar de azahares
esta fiebre nocturna
y me tiembla la carne
como ciervo desnudo.

Me pones en un compromiso

Bueno, entra
(la copia de la llave
está debajo de mi pecho)
pero solo por esta vez...


miércoles, 5 de junio de 2019

Ícaro

No leas, Ícaro,
los anchos volúmenes
a tu historia advocados:
te encontrarás retratado
como un vanidoso gorrión
que quiso elevarse a dios
despreciando fraternales consejos
y razones buenas y humanas.

Yo, sin embargo,
he visto el rubor incandescente de tu carne,
tu vello cual corola
por el cielo llamado
y el crujir de tus alas sin sangre,
todo, al ser acariciado
por el sol.

Tu tan solo respondiste.
La tentación tocó tu pecho
como se toca a una puerta
familiar y clara.

Buscamos calor
en este vasto erial
sombrío, gélido,
boca abisal de un monstruo sin ojos
hijo del azote de la espada.

Buscamos el calor
y su ambigua llamada
a vivir ardiendo;
Buscamos calor
en esta orgía de acero
y tú lo encontraste

Pero
nosotros, cobardes,
no nos arrojamos
a perseguir los haces del sol
que, tarde o temprano,
nos devorarán
en el irremisible final
de todo amor.

TIRED SIGHT

En el impasible horizonte,
detrás de los neones
de una de sus mudas paredes,
lejanas arquitecturas nómadas,
se esconde
muy pequeño
y muy pesado
un punto
que solo
sus ojos pueden ver.

Atrapados en su abrazo antinatural
sostienen púrpuras banderas
debajo de los párpados
pidiendo la rendición.
Ni cerrada ni abierta
la mirada es un cristal
frágil
como el corazón que lo soporta
balbuceando
ante el titileo de sus enfermas luciérnagas

Invisibles ganchos
sostienen el telón
que solo muestra un espectáculo
en un teatro vacío, ajados asientos,
rostros rojos y grises
mitad sangre
mitad careta.

Cóncava magia la de los espejos
cuando se vuelven locos
envenenados de luz:
ahora
el payaso quiere cavilar,
el héroe fuma en silencio con la cabeza gacha,
la princesa grita y destroza
la mierda de rosa de plástico
que le sacó una sonrisa en la mañana

(esa mañana
que ya nadie recuerda,
pájaro transparente
cantando en la ventana)

Detrás de los ojos cansados
la verdad: que detrás de la careta
no hay nada.

Es para reír
y reír
y reír
y llorar
pero
yo también estoy cansado

martes, 4 de junio de 2019

Callejón oscuro...(dedicado al niño maldito)

“Callejón oscuro,
poeta drogado,
un joven, una cuerda,
un nudo,
un árbol”

Ángel ahorcado
de un árbol de blancas ramas
bajo la ceguera
de una noche de plata marchita.
Esquizofrénica veleta sus pies
que se bambolean sin viento:
solo los mueve un motor
que debió apagarse hace ya tiempo.

Nadie cuando lo vio pensó
que este portador de la luz
miraría tan fijamente al abismo
y escucharía su gélido susurro:

“Siempre serás un ser limitado,
más allá de la carne, la sombra y la luz
te espera el Absoluto”

Lo que no sabía es que
la manzana
no es el único fruto
del Árbol del conocimiento

Tomó la pastilla, la raya, la otra.
Al cabo de unas horas se hizo dios,
regó de ambrosía el ramo de sus venas
que le parecieron hermosas y pequeñas,
a gritos lanzó la verdad de su cuerpo
con el sol en la garganta,
vertió lagrimas sobre la rosa herida
y arrancó un suspiro de placer
que paró el tiempo

Pero la luna mengua,
los químicos se disuelven
y ahora el ángel se tambalea
rodeado de zánganos cobardes
y el Absoluto lo desprecia
y llega el día y vierte su copa de limón
sobre la herida palpitante de este asceta fallido

Ángel ahorcado,
poeta drogado,
la cuerda te sentencia,
pero te has enamorado
y los escombros y los jirones de tu ser
sienten solo besos de mariposas negras.

jueves, 30 de mayo de 2019

SAD SIGHT

Olas que se retiran
silenciosamente
a la nada,
muda espuma que jamás
volverá a besar la arena.
Crecen hacia dentro barreras
dentadas que impiden la danza de la luz
y marcan crueles sus pies para que
no vuelva.

Es mirarlos y sentir la ruina de un dios
que primero fue dios, luego humano
y finalmente piedra, polvo
perdido entre polvo
incapaz de nada más.

Los ojos son barcas
naufragadas en pequeñas espadas de sal;
dicen los marineros más experimentados
que desde lejos pueden observar,
haciendo sus correspondientes cálculos,
de donde vienen estos restos de corazones,
estas tristes tablas amarillas,
y si fue una tormenta ciega
quien las trajo aquí,
si las fauces de un depredador
que olió el dulce perfume de la carne
antes de que pudieran defenderse ,
o si un latido sin nombre
les hizo presa de un vértigo
de sangre condensada en las sienes
hasta formar una corona de alambre
ardiendo
y se arrojaron al agua
para acabar con todo
desde lo alto de sus
ya olvidadas torres.

Derivan por la noche solos,
a nadie le gustan los espejos rotos.

tiempo gastado

Cuanto tiempo gastado detrás de efímeros cometas, ebrios de nuestra fantasía y de espejos en el agua que muestran las estrellas como luciérnagas al alcance de la mano. La ilusión se rompe como botella de alcohol que besa el asfalto después de alcanzar la cumbre de la borrachera, cuando descubrimos que los tragos siempre fueron amargos, llenos de fuga, y mirarnos en esta locura escogida de mirada perdida nos resulta insoportable. Creímos ser libres por ir en busca de una muerte más bella, dictados por un impulso que aguijoneaba nuestra carne y nos obligaba a lanzarnos al camino sin brújula. Hoy el viento suena frío y cruel por los recovecos de las calles sin salida que un día fueron refugio; las farolas, las luces de los pubs, las palabras que se lanzan al aire porque sabemos que siempre habrá más, bebida corriendo por las cañerías buscando un nuevo hogar, promesas y juramentos como fuegos artificiales; el estrépito se impone como un yugo en el cuello de la ciudad; una chispa de indeseada lucidez brilla detrás de nuestros ojos y nos alejamos de la ciénaga para caminar, lentamente, detrás de una nube vagabunda que nada sabe, que nada quiere, y que por eso nos parece decidida y feliz.

lunes, 20 de mayo de 2019

silence...

Inspira

Las cortinas del aire
se detienen sobre el nómada
dulces, acariciando
con leve mano
su íntimo quejío:
hoy está callado;
ni siquiera sus pasos hacen ruido.

La calma es una granada
que se abre al susurro del silencio;
el ojo se asoma sin sed a las cosas
y las cosas vienen a su encuentro,
despliegan su horizonte secreto:
la muerte en la rosa
lo grande en lo pequeño.

jueves, 16 de mayo de 2019

marcas

Marca en mí
como un golpe seco
de amor
despidiéndose

Te vas, pero te quedas
resonando,
y tu marca me hace libre
de este largo exilio;

Esta carne
sin ventanas
abandonada en la avenida.

Ahora bebo en la vieja fuente
de tu cuerpo cálido
el recuerdo del agua clara

y cuando descanso
bajo la sombra de un olmo
cansado de ser feliz
me pregunto si allí fuera
podré seguir con el ritmo del mundo.

Este paisaje se deshoja
como una flor moribunda:
otoño o lenta despedida;
ya no puedes más

En una barca de plata te espero
allí donde no existe el tiempo.

cuerpo de mil sombras

Bajo
por tu cuerpo de mil sombras
buscando todo lo que dejé allí:

la razón, perdida por los ríos
de tu sangre estival;

el alma cansada de ser alma
que quiso ser agua
silenciosa regando tu piel;

un trozo de luz
que nunca tuvo nombre
y valiente me dio la mano
cuando todo era peso,
abrazo oscuro de la gravedad

Bajé, y aquí estoy,
más vacío que ayer
salvo por estos
largos versos rotos

martes, 7 de mayo de 2019

hasta donde...

¿Hasta dónde son capaces de mirarse dos personas? Quizás hasta que los ojos arranquen el secreto gemido del corazón y su instrumento. O hasta que los paños que nos nombran, nos diferencian y abrigan nuestros deseos, caigan como estrellas en el lento desnudo del amanecer. Hasta morir; y entonces renacer empapados de carnes y sueños.

La sed de absoluto se adhiere a la garganta, desciende ardiendo hasta nuestras entrañas para anidar allí y no marcharse jamás; y no se apaga; y no se apaga;

y bebemos la ilusión de los cuellos amados cual agua del mar hasta vaciarlos. Los seres humanos nos secamos muy rápido. Somos frágiles gacelas caníbales.

¿Hasta donde son capaces de mirarse dos personas? Hasta beber del cielo, llenar la tripa, pagar la cuenta y marcharse a por más un poquito más muerto.

jueves, 2 de mayo de 2019

miedo

¿Qué vas a hacer cuando vuelva el miedo? Te equivocas si crees que esta lejos, es la sombra que proyectas ignorante sobre la tierra: aunque no la veas siempre está delante o detrás tuya. No admite aplazamientos ni prórrogas: es puntual y firme, agudo como una aguja que se clava en la osamenta. Tragas saliva, agitas tus manos entumecidas, como si sacudiéndote pudieras quitarte de encima el miedo y sus pulgas, te concentras en la medida de lo posible, le has escuchado llamar a tu puerta.
¿Qué vas a hacer ahora? Tantos preparativos, ¿para qué? No está fuera, está dentro; no son pulgas, son larvas que eclosionan en tu piel y te devoran lentamente hasta convertirse en negras mariposas asfixiantes. Y ya no puedes tragar saliva. Y ya no te puedes concentrar.

Eres un árbol muerto, de tronco hendido, bañado en mortífero rocío. Que seas consciente de ello no es suficiente para detenerlo; saber que tienes miedo no afecta para nada al hecho de tener miedo, del mismo modo que reconocer el hambre no equivale a comer. Puedes distraerlo, intentar domarlo, pero el verdadero miedo es una trepadora nacida desde las profundidades de las venas que invade todo el ser sin ningún tipo de miramiento, ¿acaso has visto serenidad en los ojos de un niño que, aterrorizado, sostiene entre sus pequeños brazos el cadáver de su hermano? ¿Puede el corzo mantener la calma frente a la garra del tigre? El animal que llevas dentro es viejo, pero fuerte, más fuerte que tú, ¿acaso crees que puedes detenerlo?

Acaso lo creas. De hecho, lo crees. Crees que puedes controlar la situación pero por alguna extraña razón todo se te escapa, tus movimientos son torpes, tu voz tiembla, el corazón es una bomba de presión, una locomotora que solo entiende dos opciones: luchar o huir. Te has convertido en enemigo de las cosas. Es normal, siempre ha sido así, es la paz la que nace de la guerra, es tan solo una fase de descanso subordinada a esta, las ciudades son una extraña mezcla entre Auchwitz y Disneylandia que nos protegen del infierno existente más allá de su cúpula, más acá de nuestra racionalidad. Entretenidos, aislados, paquetes individuales de burbujas desinfectadas (unas de mayor calidad que otras, ciertamente) que llevamos como traje, como segunda piel, contra el odio. Pero el odio vuelve, y de la mano del miedo.

A su llegada todo el reino de cristal se derrumba. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Nada más que el miedo. El miedo es puro presente, mandíbula brutal que se cierne sobre ti y te inmoviliza, estás solo: estúpido funambulista que camina sobre abismos como miradas animales. "Uno solo sabe la fuerza del oleaje cuando lo tiene en contra" Vas a conocer la fuerza de la delicada máquina que conoces como cuerpo, al enfrentarse al fantasma, que invade las cosas, ásperas o suaves, que conocemos como muerte. Porque todo los miedos, lleven la máscara que lleven, son el mismo, miedo hacia la muerte; tu muerte o la del otro, la muerte de un nosotros, de un valor, de un ídolo, de un momento. Creo que ya sabes quien tiene las de ganar.

 Déjate caer. Déjate caer y huye, antes de que caigas paralizado y la cosa vaya a peor. Vamos. La resistencia es inútil. El miedo ha dejado su púrpura marca en tu pecho cristalino para que los demás miembros del rebaño sepan lo que pasa cuando se enfrentan al mundo. Pero nunca aprendemos, solo sufrimos y repetimos los mismos patrones esperando que no pase lo mismo, como si algún día, chocando contra el muro, podamos romperlo con la cabeza. Uno de los dos caerá primero. Creo que ya sabrás por quién apuesto yo.

miércoles, 1 de mayo de 2019

barro

Nicho en la honda noche
sin fronteras
lo que éramos y ya no somos
me persigue
soy su presa
cansada
soy un caído

luz

"Hay más luz de la que el ojo puede ver"
y se guarda callada
detrás de la superficie
de la sombra más pura

El ojo tintinea, sediento,
y el mundo no ofrece nada
salvo su helada ausencia

¿Y la promesa?
¿Y el reino?

Ciego camino en la arena
tentando quien soy,
yo, amante del viento,
que por no ser ni fui
peregrino ensangrentado

La noche ahonda
su velo impasible
como una boca que se cierra
sobre el cielo, y las luciérnagas
callan.

Mas las estrellas brillan
con su inagotable mirada
sobre nosotros, y una luz de antaño
o de lejos o de siempre
extiende sus alas
como una sonrisa sin miedo

lunes, 22 de abril de 2019

yokese

¿Que voy a hacer contigo?
Cuando eres un cometa
perdido, arrasando los espacios
como un bisonte
inocente o cruel
y yo un búho sin ojos
herido por la medianoche.

¿Que voy a hacer contigo?
Cada vez que nos tocamos
la fiebre nos observa
desde una bahía fantasma
y sus púrpuras palomas
invaden nuestro cielo
rebosando muerte;

las manos, góndolas
que atraviesan en llamas
nuestros cuerpos, abiertos en canal,
se paran:
el miedo gana
(de nuevo)

y cuando nos inunda la madreselva
callada, para besar los hematomas
baldíos de nuestro ser,
te marchas:
arranco los santuarios de mi piel
                                                  construidos
sobre donde dejó tu lengua
su huella de salamandra
como un lento atardecer;
entonces vuelves de madrugada
llena de sangre y me traes
una flor de la batalla.

¿Que voy a hacer contigo?
El día que se apague
esta luz enferma
¿Que vas a hacer de mí?

Nada,
dejar que la herida llueva
silenciosamente
mientras el río lleva
nuestros cuerpos
o secas granadas
hacia el corazón de la nada

lunes, 15 de abril de 2019

viaje

*
Una voz indomable
retumba como un cántico en mis venas;
es el sol, es el mar
abierto en su promesa azul
que quiere ver mis alas.

Despierto temprano, me marcho,
dejo atrás a la mañana
y la mentira de un día nuevo,
(cuando nada cambia
en esta telaraña circular)
adonde voy no puedo
llevar mi traje de gravedad

*

Piso la nueva tierra,
siento la garganta
condenada por la niebla;
todo está ciego,
soy un desconocido
arrojado a la orgía de las hienas,
a los témpano que quieren caer
sobre mí
y a las hojas de hierba que nunca
irán a mi funeral

Solitario yazgo
sobre un corazón callado
sin luz

*

Y cuando iba a arrancarme los pies
encontré un camino
sin forma ni contenido,
respiré hondo,
yo, que era miedo
floreciendo como hiedra,
tiré mi piel
hecha de pasado,
di el salto
con los ojos cerrados

y no estoy muerto
y soy un animal que tiembla
hacia adelante
y tengo miedo

pero bebo de mi sangre
y atravieso la tormenta

sigo en ello,
voy al horizonte
de luces y sombras en guerra,
no, más allá,
hacia mi centro inmaculado,
cántaro de la esperanza

no, más allá, más allá
quiero encontrar otra verdad.

viernes, 5 de abril de 2019

:(

Ahora que mi cielo
es una granada muerta
abierta a la nada
por cansancio
o por desesperación

ahora
que aquellas selvas inundadas
donde fuimos cuerpos y nada más,
hijos del sol y la pantera,
son gargantas baldías
agrietadas como el cadáver del amor

(Solo) Ahora, sólo (ahora) ahora
me tumbo en un lecho de piedras
lejanas, antiguas, oscuras
como la cueva de una bestia
o el corazón de un dios
y en entonces sólo ah(Solo)ora
(Solo) abrazo (solo) mi vacío sin piedad
y lloro largamente.

soltando mierda

Lenta disolución
de los castillos impasibles;
llama agónica
incapaz de gritar,
amordazada
por la horda de brazos del olvido.

Aunque tenga la marca
de vuestro paso en mí
no puedo llevaros a donde voy,
sois el carbón que con mis manos aprietadas,
casi rotas,
arrojo a las entrañas de mi tren

no puedo parar,
aunque sea mirar atrás
sabiendo que quiero volver
como un animal herido
a los labios de su cazador

Adiós-murmuro
con un hilo de voz
similar a un naufragio

Adiós-nada responde,
demasiado tarde,
gesto perdido
en un mar de insignificancia

Adiós

sábado, 30 de marzo de 2019

giraygiraygira

Otra vez esta tristeza
llena de girasoles negros
que buscan el dolor;

y aunque quede luz
quieren oscuridad;
ávidos de pasado
buscan un trono sobre el que llorar,
cantar a la carne enamorada de la espada,
vomitar insectos que nunca duermen.

Siento una lluvia imparable,
un yunque gélido e imponente
a modo de corona:
¡Salve, rey de los gusanos!

y los girasoles,
aun decapitados,
siguen detrás de una luz asesina

son un error,
soy un error.

domingo, 24 de marzo de 2019

la verdad de tu cuerpo

La verdad de tu cuerpo
se me acerca en la medianoche
como un velero repleto de ángeles caídos:
alas rojas, renegadas, corazón animal
que se refleja en el mío.

El mundo es un vampiro,
por eso nos fuimos
de sus viejas lámparas
y su agitada mandíbula,
para ser dueños de nuestra sangre,

esa que te ofrezco como un sacrificio fallido,
como una flor impura para siempre
y que tú bebes y bebes;
abres tu vientre repleto de cerezos
para que vierta mi lluvia gris,
nunca es otoño dentro de ti.

Es en esos momentos
cuando el alma se vuelve luciérnaga
y en su luz compartida
reconoce su existencia,
su verdad íntima.

Queda esperanza
allí donde encuentre tu marca;
quiero gritar la verdad de tu cuerpo
como una voz que nunca se apaga.

sábado, 16 de marzo de 2019

sight

Acariciar con la mirada,
dedos de luz cabalgando
en el aire, entremezclándose
en amorosa batalla,
mordiendo o besando,
imantados sin remedio.

Sin armas y sin piel
nos acercamos,
ebrios de luz
y de pantera,
siguiendo un hilo
hecho de fuego y secreta melancolía
hasta llegar a la playa
donde descansan los caballos
y el mar se funde con el cielo.

jueves, 7 de marzo de 2019

Subsuelo

¿Qué esperanza queda para el enfermo de empatía? Tantas veces la he visto caminar en mis callejones sin nombre, sobre las crestas de las navajas y los bosques de cristales rotos, huérfanos cuya madre nunca sabremos si era una botella o un corazón. Tantas veces ha venido, tantas otras se ha ido. Yo sé (espero) que vendrá de nuevo, con la espada, la sonrisa incansable y el hambre, pero ¿y ellos? Quien probó la locura y nunca volvió, quien no puede leer versos, las sombras que despiertan con el sol, envidia de los ángeles, y que vuelven con un trozo de pan a la madriguera, los animales a los que nunca pediremos perdón. ¿Y ellos? ¿Acaso no te atreves a predicar en los barrios peligrosos, doña esperanza? El estómago vacío no conoce la esperanza, si no el miedo y la mandíbula. Nunca llueve a gusto de todos, pero no es casualidad que siempre se mojen los mismos. Hace tiempo que la pila de cadáveres en vida sobre la que comemos y soñamos no se ve. Si no es para todos, que no sea para mí tampoco: doy el toque de queda, cierro las puertas de mi ciudad a la esperanza y me cobijo en las cloacas. Tengo víveres, sombras y armas. Espero el día que pueda contraatacar .

martes, 5 de marzo de 2019

falta

Amé, perdí, amé otra vez, perdí otra vez. Mis dientes cayeron como estrellas suicidas en la aurora de San Juan, teñidas de mortífero púrpura, agarrados a una carne que jamás se despidió. Me faltan tantas cosas ahora. No estoy lo suficientemente pleno como para dispensar haces tornasolados, cual altivo emperador, ni lo suficientemente vacío como para que encuentre ese pequeño faro que nunca se apaga dentro, y resuene su engranaje en este sordo mar. Hasta la misma falta me falta.

Me ha llegado una carta de mis dientes, dice así:

"No te lo tomes a lo personal, he hecho lo que tú habrías hecho si hubieras podido. Soy esclavo del vaivén, cazador de perfumes, sueño bajo pestañas tiernas como llorar de amor, al igual que tú. Tu cuerpo ya no te pertenece, he convencido a tus ojos para que vengan conmigo. No serán los únicos. Pronto dejarás de ser. Besos. O mordiscos"

¿Qué hacer? Los entiendo, lo comparto, los envidio. Vivo en una despedida que nunca acaba.
Amé y me hice en mi interior con lo que ya estaba ahí,
perdí y perdí incluso lo que no era mío. Sutiles matemáticas las del dolor.
Solo me queda esperar. Perder el tiempo

sss

Dejo suspiros en el camino cual migas de pan para saber a que corazón volver

domingo, 3 de marzo de 2019

Uno se pregunta...

Uno se pregunta que está haciendo
entre páginas silenciosas
que nunca dan respuestas,
que solo dan más sed,
como si el lector
fuera un loco
enamorado del mar.

No sé qué decir.

Los pájaros posados en la esperanza
están muy lejos de aquí
y cuando se fueron
ignoraban el camino de vuelta.

Observo las letras,
las interrogo,
les tejo guirnaldas
que nunca me pidieron,
me ignoran,
bebo de sus tinieblas
licor y queroseno.

Bajo lámparas espero
que se junten las flores
sembradas hace tanto
entre libros de colores
grises, tristes, cansados,
y con trémula voz
envidia del piano
me digan que no estoy solo,
(corazón idealista
nunca se da por vencido)
que el horizonte sigue esperando.

viernes, 1 de marzo de 2019

al extraño localizado en la region central de mi torax parte dos

Es como si solo supieras arder. Vienes con la promesa de un jardín escondido, hogar de los racimos y las alondras, para llevarme de la mano a otra de tus causas perdidas, a otro pozo del que te has enamorado. Ya has conseguido el timón del barco, te pregunto adonde vamos; alzas la ceja y media sonrisa como una luna que sangra es tu respuesta. Allí por donde pasamos solo encuentro las cenizas de lo que fue, un aire gris irrespirable y esa mentira que siempre me creo: “No fue culpa mía, ya estaba así cuando llegué. No te preocupes, amor, que esto son los últimos ramalazos del vendaval” Pero es el vendaval lo que buscas, la agitación perpetua tu brújula, y yo, un conducto, una excusa, una carcasa a la que llevas a buscar el fin del mundo. El oxígeno se agota a nuestro alrededor, y tú detrás del viento. Detrás de una chispa que te llama.

martes, 26 de febrero de 2019

de vuelta de la rave viendo a un pavo que miraba las vías del tren

Vagabundos sin noche, caminando en las orillas de una ciudad que nunca duerme, donde se lleva el cansancio como una segunda piel. Suenan las campanas en plazas vacías mientras sus párpados gritan deshidratados; ciegos, confunden las farolas con faros: pero no hay luz ni puerto, solo oscuridad, demasiada oscuridad, demasiado peso para un corazón de cristal. Por supuesto que querrían quitarse los zapatos y descansar en una sombra clara, debajo de un árbol querido que acaricie la carne y su temblor, ese eco del dolor que resuena en nuestras cuevas como un coro. Por supuesto que querrían. La corriente, sin embargo, no perdona. Quien ha visto su reflejo en este río alarga la mano, guarda las piedras del fondo y cose sus bolsillos. Acepta los caprichos de la gravedad con la dignidad y la resignación de la tristeza silenciosa. Se les puede ver junto a las fuentes secas, masticando recuerdos, esperando a nadie, arrepentidos por todo. A veces los miro y me intentan saludar. Jilgueros afónicos, peces ahogados en un charco, personas tan solitarias que ya no buscan si su soledad.

martes, 12 de febrero de 2019

bajona en la biblioteca

Hoy me he despertado mirando una foto en blanco, esperando a alguien que no conocía para levantarme de la cama. Me hubiera gustado gritar hasta alcanzar a esos yoguis que se desentienden de todo y arrojarlos a la tierra, mi hogar y mi tumba, además de la suya. Pero no lo he hecho, ¿para qué?, nadie lo habría escuchado; un grito perdido, mirándome, mientras se aleja en la nada. Podría no haberme levantado, renegar de este juego sin gracia y sus normas absurdas, pero no lo he hecho. A esto la gente lo llama "libertad". Bonita palabra vacía. Libertad para ser un perro echado a patadas a la carretera, con la promesa de un hueso en el fondo de una ciénaga esperándome. Aún nadie lo ha visto pero nos siguen obligando a buscarlo. Las pulgas se comieron mi piel e hicieron poemas. Y pese a todo sigo buscando, sigo levantándome, mendigando sonrisas en una jaula, vomitando veneno cuando no me ven. Los poemas no protegen del frío. Pero a esto, amigas y amigos, lo llaman "libertad".

against time

El tiempo no es una forma, no es un estado. Es una poderosa corriente que arrastra los guijarros, en una nube de lodo y violencia, hacia el filo de una espada ciega. En esta tesitura, cansado, herido, esculpo; intento unir las piezas rotas de las ruinas por las que paso, por las que soy. Como un poema de una lengua olvidada. Como una sombra que escapa de sí misma. A esto dedico mi vida. Sin éxito.

lunes, 11 de febrero de 2019

a veces

A veces el pecho suena
cansado, cantando solo
azules historias, llenas
de luces de espejos rotos.

A veces queda tan poco
que arder, sin sol y sin pena
parece la respuesta a todo,
a esa pregunta no hecha:

"¿Por qué?" que triste resuena
en lo hondo de un pozo.
Callada ríe la respuesta,
ya se ha dicho todo.

A veces me duele, a veces
no, y entonces me pregunto
adonde se esconde este,
si sigue en mi interior.

A veces son tantas veces
que se pierde la primera vez
entre olores de cadáveres
que se amaron una vez.

Y otra vez,
y otra vez,
joder.

Quizás esto es lo que somos
y no haya nada que hacer.

O quizás no,
quizás doliendo
saluda el corazón
y abre la puerta
a otra voz.

Florece la herida
como un girasol.

A veces me lo creo,
a veces no.

sábado, 9 de febrero de 2019

Vanidad

Vanidad del amante
por querer dar siempre antes
por el simple hecho de dar
ignorando que quiere más.

No es tan simple, amigo
limitar la esfera del ego,
a lo lejos se extiende su dominio
cual semilla propagada por el viento
confundida con la tierra a la que ama,
deseando ser gardenia y no una espada.

Pues allí donde poses tu mirada,
inocente puñal, también estará tu mano
al acecho de lo contemplado
afilando sus crueles uñas
primigenias, viejas venas de guepardo
que se hunden en la carne cruda
de las estrellas que juraron amar.

Acabado el hombre llega el animal.

No te atrevas a cantar
con sangre fresca en la boca.

No es tan simple, amigo,
controlar el pulso y sus olas.

Tú, que ilusionado
te creías devorado,
adivina ahora
quién es el que devora.

lunes, 4 de febrero de 2019

Desheredados

Somos los vástagos de la lluvia,
demasiado tarde para ser
y dejar una huella única,
condenados al suelo sin remedio.

¿Acaso será un reencuentro?

Será que no caímos, que no fallamos,
que nunca nos movimos
de donde estábamos.

Ya no es nuestro turno,
cal de la arena del mundo,
ecos de un grito mudo.

Bien, que así sea;
hace tiempo
que descreo de la marea
y su reino.

Dejadnos
al margen,
nos gustan las sombras
rumiar la carne seca,
sentir el odio en la boca.

Nuestra generación no tiene nada que decir:
la rabia no se vende,
no llevaremos el peso de vuestros antepasados,
ni la corona de espinas que llamáis "futuro"
ni los retazos de vuestros ídolos de barro.

A vosotros os escupo,
a vuestra cripta clamo
 estúpidos gusanos.

lunes, 28 de enero de 2019

susurros

Cuanta voz gastada,
pulida cual espada
para solo hacer ruido
sin decir nada.

Rompiendo bagatelas,
hojas, sombras, telas,
gritando y gritando
por temor a estar callado.

Tierna suena la campana
cuando el alma se abandona
de sus frágiles escamas
y se entrega, silenciosa

al íntimo culto del murmullo.
La voz deviene río,
asciende por tus surcos,
se arroja en tus oídos.

Y allí va todo aunque no lo veas,
aunque no lo oigas,
aunque no lo sientas,

guardo mi vida en el secreto de sus ondas
deseoso de susurrártelo a solas.

canción del cansancio

Vuela tú, gorrión,
déjame descansar
del peso de mis alas.

Para ti el aire y el sol,
bellos palacios de alma
que bebieron de mis huesos
hasta dejar ausencia blanca.

Yo te miraré desde abajo,
marchita flor apátrida
envuelta por la tierra
rezando para que caigas.

Maldita la canción que no duela,
que no coja el pecho y lo abra
y siembre de horror su esqueleto
hasta que arda.

Si no es para mí el cielo
que se derrumbe y ya está.

Yo ya no soy nada, gorrión,
yo ya no soy nada.

No puedo pedir con tu inocencia
otro horizonte soñoliento;
detrás de las nubes no hay nada
solo tus alas y su impulso ciego.

Toma el cielo, tómalo,
yo ya no lo quiero.

Mientras tanto, déjame, gorrión,
déjame coger mi cadáver
y acurrucarme a su lado.

Déjame, gorrión.

Estoy cansado.