viernes, 5 de abril de 2019

soltando mierda

Lenta disolución
de los castillos impasibles;
llama agónica
incapaz de gritar,
amordazada
por la horda de brazos del olvido.

Aunque tenga la marca
de vuestro paso en mí
no puedo llevaros a donde voy,
sois el carbón que con mis manos aprietadas,
casi rotas,
arrojo a las entrañas de mi tren

no puedo parar,
aunque sea mirar atrás
sabiendo que quiero volver
como un animal herido
a los labios de su cazador

Adiós-murmuro
con un hilo de voz
similar a un naufragio

Adiós-nada responde,
demasiado tarde,
gesto perdido
en un mar de insignificancia

Adiós

No hay comentarios:

Publicar un comentario