En aquellos tiempos,
un mordisco hablaba más
que mil imágenes.
Tu traías la aurora
y yo,no traía nada,
era la aurora,
yo no era.
Todo es tan lúcido que asusta,
no bebí lo suficiente de ti.
Viviendo poco,
sintiendo tanto,
sintiendo lo que no quiero.
A veces olvido que tu eras mi nihilidad.
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